Pages

Wednesday, January 27, 2016

Pezcado con plátanos

Esta receta es una favorita mía de las Bermudas, y es mi primera opción para una cena festiva y solitaria. Es bastante fácil hacerla para uno o dos, pero se vuelve más complicado si se intenta hacer para muchos. Además, los plátanos tienden a adherirse; conviene, a ser posible, elegir una sartén que se puede dejar en remojo durante la noche.

para cada porción:
1/3-1/2 libra filete de pescado blanco suave*
mantequilla o aceite para cocinar
1 cucharada almendras tajadas (opcional)
1-2 plátanos, cortados en rebanadas de 1/4 pulgada

Saltear el pescado en suficiente manteca o aceite para evitar que se pegue, a fuego medio o medio-lento, aproximadamente 2 minutos por cada lado o hasta que esté ligeramente dorado por fuera y opaco y bien cocido por dentro. Retirar a un plato y mantener el calor (es decir, ponerlo una tapa si la cocina está fría o el gato parece demasiado interesado).

Añadir más mantequilla o aceite a la sartén y cocinar las almendras (si se utiliza), revolviendolas, 2-3 minutos hasta que se dore ligeramente. Añadir las rodajas de plátano; cocinar, girando con frecuencia y con cuidado, hasta que los plátanos estén suaves y ligeramente doradas, alrededor de 1 minuto. Los plátanos tienden a pegarse mientras cocinan, así que hay que usar mucha mantequilla o aceite. Los plátanos quedarán un amarillo dorado cuando estén listos. Poner los plátanos encima del pescado. Adornar con perejil cortado o una ramita de cilantro, si lo desea.

---------
*Wahoo, pargo, o dorado son comunes en las Bermudas, pero he tenido buenos resultados con bacalao o mero. Es mejor conseguir un filete bien espeso; filetes delgados como las de lenguado tienden a hacerse pedazos cuando se cocina, haciendo una especie de sofrito (que todavía es buena, pero no es tan bonita).

Adaptada de: The 15-minute single gourmet / Paulette Mitchell. 1994. 0028609972.

Éste es una traducción de una entrada del blog del Mercado de Agricultores de Tumwater.
Versión en inglés también disponible en Food Bank Foodie

Wednesday, January 20, 2016

Sopa de col rizada con jengibre

4 tazas de col rizada, tallos pesados eliminado, bien lavada y picada
2 cucharadas agua
1 cucharada jengibre, pelado y triturado
1 cucharada aceite de oliva
2 cucharadas cebolla picada
2 cucharadas harina
4 tazas leche descremada
1/4 cucharada pimienta de cayena
sal y pimienta al gusto

guarnición:
1 cucharadita jerez por tazón
nuez moscada recién rallada

Colocar la col rizada en una cacerola pesada con el agua; cubra y cocine a fuego med-bajo durante unos 5 minutos, revolviendo ocasionalmente. Añadir más agua si es necesario. Cuando la col rizada está casi floja, quitarlo de la olla. En un procesador de alimentos o licuadora, mezclar con el jengibre hasta que estén muy finos. Calentar el aceite en la cacerola; añadir la cebolla y saltear unos 2 minutos. Añadir la harina y batir, con cuidado de mantener la mezcla suave. Añadir la leche poco a poco y seguir removiendo. Sazonar con sal, pimienta y cayena. Agregar la mezcla de col rizada; calentar hasta que esté casi hirviendo. Llenar tazones y justo antes de servir agregar 1 cucharadita jerez a cada tazón y mezclar suavemente. Rallar nuez moscada sobre cada tazón.

De: The Left Foot Organics cookbook : recipes for great food and a healthy community. Gateway, [2008].

Éste es una traducción de una entrada del blog del Mercado de Agricultores de Tumwater.
Versión en inglés también disponible en Food Bank Foodie

Wednesday, January 13, 2016

Crema de seta

Otra receta de la gastrónoma Kelly, menos complicada esta vez. Ella me dice que, aunque tenga leche, esta sopa se puede congelar siempre que se mezcla o se agita cada 15 minutos mientras que se descongela para que la leche no desnate.

1/4 taza mantequilla
3/4 taza cebolletas, cortadas en cubitos
2 tazas setas, cortadas en cubitos
2 cucharadas harina
1 taza mitad y mitad (leche y crema)
1 tazas caldo de pollo
sal y pimienta al gusto

Cocer cebolletas en mantequilla en una sartén grande o una olla sobre fuego bajo 5 minutos. Añadir setas y cocer otro 2 minutos. Añadir harina removiendo y continuar cociendo 3 minutos. Quitar sartén del fuego; añadir caldo y leche y batir. Continuar batiendo hasta que esté uniforme y sin grumos. Hervir sobre fuego mediano y cocer, removiendo, 5 minutos. Añadir sal y pemienta y servir.

cantidades para 34 tazas:
3 tazas mantequilla
9 tazas cebolletas, cortadas en cubitos
24 tazas setas, cortadas en cubitos
1/2 tazas harina
12 tazas mitad y mitad
12 tazas caldo de pollo
sal y pimienta al gusto

Congelar en paquetes de 2 tazas; mezclar frecuentemente mientras que se descongela.

Adaptada de cdkitchen.com

Éste es una traducción de una entrada del blog del Mercado de Agricultores de Tumwater.
Versión en inglés también disponible en Food Bank Foodie

Wednesday, January 6, 2016

Butterboos

Justo a tiempo para ayudar en romper las nuevas resoluciones, aquí está la mejor receta de chocolate de mi abuela. No es difícil, pero es minuciosa y no se debe hacer apresuradamente. Los que no han trabajado con chocolate posiblemente querrán leer un poco sobre ello antes de empezar.

6 onzas chocolate con leche (Hershey's es tradicional) + 3-4 onzas para el recubrimiento
1/2 taza de leche condensada
2 cucharaditas mantequilla
1/2 cucharadita vainilla
nueces finamente picadas (almendras o avellanas también son buenos)

Derretir el chocolate y la mantequilla sobre agua caliente. Añadir y mezclar la leche y la vainilla (volverá un poco granuloso, pero luego suavizará de nuevo). Vertir la mezcla en un recipiente poco profundo forrada con papel de aluminio y refrigerar por lo menos 2 horas (si el enfriamiento durará la noche, cubrir de cerca para evitar que el superficie se seque). Rodar en bolas y reenfriar brevemente mientras que se derreta chocolate para recubrir. Poner las bolas en el chocolate fundido para recubrirlas (para obtener los mejores resultados, dejar la mitad de la tanda en la nevera mientras que se sumergen la otra mitad) y rodar en nueces picadas. Colocar sobre papel de cera para enfriar. Si la cocina está algo cálida, es posible que se aplanarán un poco mientras enfrian; para evitar esto, devolverlos a la nevera para enfriar.

Rendimiento: no lo suficiente. Recomiendo hacer una doble tanda.

Notas:
Si se encuentra algunos bordes crujientes secos en hacer los centros, se puede fundir los trozos duros un poco entre los dedos para que se ablanden (o, por supuesto, se puede sacar ellos y comerlos, pero quede que verdaderamente no se deseará nada de chocolate para algunas horas después de hacer estos).

Hay que proteger los butterboos de cambios bruscos de temperatura, especialmente si se han omitido las nueces; el chocolate puede florecer (¿lo traduzco bien? Los grasos separan del chocolate y hacen manchas pálidas en la superficie). Si se necesita enviar ellos, hay que utilizar chocolate especial para recubrir (que hoy en día en su mayoría no es realmente chocolate) o templar el chocolate antes de recubrir los butterboos (que es mejor, pero hace que el proceso sea aún más minucioso).

---------
Esta receta tiene una historia:
Los padres de mi padre vivía en la pequeña ciudad de Davenport, WA. Mi abuelo tenía una gasolinera y concesionario de coches y durante muchos años se hizo regalos de cajas de dulces hechos a mano por mi abuela a sus clientes habituales en Navidad -- finalmente pararon a finales de los años 1960, creo que debido a una nueva ley. En ese momento ella hacía algo como 100 libras de dulces cada año: crocante de mani, corteza de menta, dulce de azúcar, divinidad, tortugas .... Ella comenzaría justo después del Día de Gracias y para mediados de diciembre su despensa estaba llena de las cosas. Toda la familia ayudaría a empacar las cajas de regalo, miles de pequeños vasitos de papel por todas partes.

Cuando mi abuela murió, mi madre tenía muchas de sus recetas, pero la de butterboos, no. pasamos varios años pensndo que los butterboos estuviese fuera de nuestras vidas para siempre. Cuando finalmente descubrí la receta, comencé a darla a cualquier persona que lo llevaría, para asegurarme de que podría recuperarla si alguna vez perdí mi copia.

Sí, hay una moraleja para esta historia:
Este tiempo lento en el año es perfecta para asegurarse de que sus hij@s y niet@s tienen todas esas recetas para que está tan famos@, y para asegurarse de que tenga todos las favoritas de sus abuel@s y padres mientras que todavía pueden encontrarlos para usted. De hecho, ¿por qué no sacar una grabadora y hacer un proyecto de historia oral personal completa ya que está en ello?

Éste es una traducción de una entrada del blog del Mercado de Agricultores de Tumwater.
Versión en inglés también disponible en Food Bank Foodie