originario de Asia Central
en sazón aquí: finales de verano a otoño
Uno de los beneficios de ajo más conocidos es la prevención de la hipertensión arterial. Lo hace proporcionando aliina, que impide que los vasos sanguíneos se contraigan, y (según estudios más recientes) porque las células rojas de la sangre utilizan los polisulfuros en el ajo para hacer gas de sulfuro de hidrógeno que ayuda que los vasos sanguíneos se dilatan. No todos los extractos de ajo tienen los compuestos de azufre de este segundo efecto, por lo que es mejor comer ajo en la comida y aguantar el aliento a ajo. Para ayudar a mitigar el problema, se puede animar a todos los amigos y la familia a comer ajo, también; si huelen de ello, son menos propensos a oler ello. Algunos efectos menos conocidos de ajo incluyen mejorar el metabolismo del hierro, reducir el colesterol, la prevención de coágulos de sangre, y justo posiblemente reduciendo el número de células de grasa que el cuerpo produce, un efecto secundario de sus propiedades anti-inflamatorias (aparentemente investigadores han decidido que la obesidad se caracteriza por la inflamación crónica de bajo grado; ¿quién lo sabía?).
Hay un montón de flavonoides allí también, junto con selenio, manganeso, cobre, fósforo, germanio, y vitaminas B1, B6 y C, y es un anti-oxidante y anti-artrítica. Incluso puede ayudar a reducir la inflamación de las vías respiratorias durante las reacciones alérgicas (pero aún se debe mantener el medicamento a la mano ...). Sus propiedades anti-cáncer incluyen inhibir la formación de sustancias cancerígenas durante la cocción a alta temperatura de la carne. También hay investigaciónes interesantes sobre las propiedades antimicrobianas de ajo.
El ajo es un miembro de la familia Allium, relacionada con lirios, cebollas, cebolletas, chalotes, y puerros. Hay dos tipos básicos, de cuello duro y de cuello blando. Ajo de cuello duro tiene un tallo central dura mientras el de cuello blando tiene un tallo en forma de hoja más suave que se permite trenzar. Ajo de cuello blando se puede guardar más tiempo, nueve meses o más, tiene una cabeza grande con más dientes, y es generalmente más suave en sabor. Ajo de cuello duro es más como el ajo silvestre y tiende a dientes más grandes, si menos por cabeza, con sabor más rico, pero sólo se puede guardar la mitad de un año o menos.
Folclore nos cuenta que puede traer buena suerte y alejar el mal (incluso los vampiros), y que el consumo de ajo crudo prevendrá los resfriados; y de hecho, estimula el sistema inmunológico. Los antiguos egipcios fueron los primeros (que conocemos) que cultivó el ajo, y se utilizó en los mundos antiguos y clásicos para aumentar la fuerza. Incluso había un plato romano, llamado Moretum o queso de ajo, que se describe en un poema (posiblemente por Virgilio y que nos da el lema nacional "E pluribus unum)" como hecho con cuatro cabezas de ajo -- aproximadamente cincuenta dientes -- en un sólo mortero. Fue utilizado durante miles de años para las infecciones del oído, el cólera, el tifus y en las dos guerras mundiales se utiliza como desinfectante, e incluso ahora lo están utilizando contra MRSA.
La cadena de ajo más larga del mundo fue de 123 pies de largo y contenía 1,600 cabezas de ajo.
Más para leer (en Inglés):
Información en estilo etiqueta para ajo crudo
whfoods.com
Really Garlicky presenta remedios caseros utilizando ajo
El blog del Mother Earth News Organic Gardening habla de ajos de cuello duro y de cuello blando
Éste es una traducción de una entrada del blog del Mercado de Agricultores de Tumwater.
Versión en inglés también disponible en Food Bank Foodie