originarias de: las Américas, posiblemente México
en sazón aquí: finales de verano
Las calabazas de verano son calabazas que se cosechan jovenes, cuándo la piel todavía está suave y comestible. Casi todas las calabazas de verano son variedades de Cucurbita pepo, relacionados con los melones y pepinos. Hay tres tipos básicos de calabaza de verano: calabacín, calabaza amarilla de cuello torcido o recto, y calabaza festoneada o pattypan. Los arqueólogos han recuperado semillas de calabaza de verano que podrían tener mucho más de 10,000 años en cuevas mexicanas. Nativos americanos consideraron la calabaza como una de las "tres hermanas", junto con el maíz y el frijol; y la calabaza eran uno de los alimentos de América del Norte que Colón trajo de vuelta a España.
Calabazas de verano son una importante fuente de carotenoides, especialmente los carotenos y otros antioxidantes. Cocinar al vapor es la mejor manera de retener estos nutrientes durante la cocción. Son verduras con almidón, con un 85-90% de sus calorías provenientes de los carbohidratos, y la mitad de estos carbohidratos tienen composiciones similares al almidón, compuestas por los polisacáridos no muy populares, pero estos polisacáridos particulares incluyen una cantidad inusual de pectina en una composición única que investigaciones comienzan a relacionar con una mejor regulación de la insulina y por lo tanto un menor riesgo de diabetes. También tienen una gran cantidad de nutrientes que son importantes en el metabolismo del azúcar y en la regulación de azúcar en la sangre, especialmente vitaminas del complejo B. Todavía hay mucho que investigar sobre las calabazas de verano, pero sabemos que son una buena fuente de magnesio (que reduce la presión arterial y el riesgo de infarto de corazón y derrame cerebral), manganeso (que ayuda a procesar las grasas, carbohidratos y glucosa, y puede reducir los síntomas del SPM), zinc, y vitaminas C y A, y sus antioxidantes son especialmente útiles contra la degeneración macular y cataratas relacionadas con la edad. También tienen algunos compuestos anti-inflamatorios buenos, como los ácidos grasos omega-3, carotenoides, y homogalacturonano polisacárido. Cabe señalar, sin embargo, que las calabazas de verano son una fuente de oxalatos y podría ser mala idea para los que tienen problemas de riñón o vesícula.
Se cree que las semillas de calabaza de verano y los aceites extraidos de ellos tienen propiedades anti-microbianas y anti-parasitarias, aunque esta es una de esas áreas donde un montón de oportunidades de investigación permanecen. También pueden ayudar a mantener la salud de la próstata.
Congelar calabazas de verano puede dejarlas blanditas, pero conservará gran parte de su valor antioxidante. Si usted tiene una receta favorita de hornear (pan de calabacín, por ejemplo) y una abundancia de calabazas, se recomienda congelarlas en paquetes de tamaño para la(s) receta(s) para tener todos los nutrientes listos durante todo el invierno.
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whfoods
Éste es una traducción de una entrada del blog del Mercado de Agricultores de Tumwater.
Versión en inglés también disponible en Food Bank Foodie